AVIACIÓN EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La aviación en la Primera Guerra Mundial permitió el desarrollo de la mayor parte de conceptos de guerra aérea que serían utilizados hasta la Guerra de Vietnam.
Casi desde su intervención, las aeronaves fueron puestas al servicio militar. Así la Primera Guerra Mundial fue primera donde se usaron aviones e misiones de ataque , defesa y de reconocimiento.
Desde inicios de la Primera Guerra, en 1914, las Potencias Centrales y la Triple Entente se centraron principalmente en el reconocimiento operativo de largo alcance. En el curso de la guerra, se desarrollaron cámaras fotográficas que formaron la base del reconocimiento aéreo de imágenes. Asimismo, se utilizaron aeronaves para lanzar bombas y propaganda a las ciudades enemigas. Las primeras ciudades en ser bombardeadas fueron Lieja y Amberes el 6 y el 24 de agosto de 1914, respectivamente, por zeppelines alemanes.
Desde el inicio de la Primera Guerra Mundial, se debatió sobre las posibilidades de uso de aeronaves en la guerra. En el Imperio Alemán, los grandes éxitos de los primeros zeppelin habían eclipsado en gran medida la importancia de los aeronaves más pesadas que el aire. De una fuerza aérea compuesta de unas 230 aeronaves en agosto de 1914, solo unas 180 fueron de algún uso. Los ejercicios de aviación militar francesa de 1911, 1912 y 1913 habían iniciado la cooperación con la caballería (en el reconocimiento) y con la artillería. El Reino Unido había comenzado tarde y , en su inicio, dependió bastante de la industria aeronáutica francesa, especialmente para los motores de las aeronaves La contribución inicial británica al total de la fuerza aérea aliada en agosto de 1914 ( de unas 184 aeronaves) se compuso de tres escuadrones con unas 30 máquinas en servicio. Por su parte, Estados Unidos estaba aún más atrasado, incluso en 1917, cuando entró en la Guerra, dependían casi por completo de las industrias aeronáuticas francesa y británica para los aviones de combate.
Las primeras campañas de 1914 probaron que la caballería ya no podía proveer el reconocimiento esperado por sus generales, frente a la potencia de fuego mucho mayor de los ejércitos del siglo XX; sin embargo, pronto fue evidente que las aeronaves podían por lo menos localizar al enemigo, incluso si el reconocimiento aéreo inicial fue obstaculizado por la novedad de las técnicas utilizadas. El escepticismo inicial y las bajas expectativas pronto se transformaron en demandas poco realistas más allá de las capacidades de las primitivas aeronaves disponibles. Aun así, el reconocimiento aéreo desempeñó un papel fundamental en la "guerra de movimientos" de 1914, especialmente al ayudar a los Aliados a detener la invasión alemana de Francia. El 22 de agosto de 1914, el capitán británico Lionel Charlton y el lugarteniente V.H.N. Wadham informaron que el ejército del general Alexander von Kluck estaba preparándose para rodear a la Fuerza Expedicionaria Británica, contradiciendo toda la inteligencia militar disponible. El Alto Mando británico prestó atención al informe e inició el retiro de las Tropas hacia Mons (Bélgica) , lo que salvó las vidas de 100 000 soldados. Posteriormente, durante la primera batalla del marne, los aviones de observación descubrieron puntos débiles y flancos expuestos en las líneas alemanas, información que permitió a los Aliados tomar ventaja de ellos. El gran "golpe" aéreo de los alemanes de 1914 ( al menos de acuerdo a la propaganda contemporánea) tuvo lugar durante la batalla de Tannenberg en Prusia Oriental donde ataque ruso inesperado fue informado por el teniente Canter y Mertens; como resultado, los rusos siendo forzados a retirarse.